Se ha vuelto costumbre
comercial por cuenta de los almacenes de cadena la de redondear las facturas,
por supuesto siempre al valor superior, es decir a cuenta del cliente. Un
ejemplo son los almacenes Éxito ellos recaudan una cantidad específica de
dinero a lo largo del mes, cifra que a simple vista no debe ser
cualquiera. Esa cantidad recolectada, en este caso por almacenes ÉXITO, es
entregada a la fundación Caritas.
Pues bien, debemos saber
que todas y cada una de las donaciones son deducibles de impuestos para
el contribuyente, siempre y cuando se expida el pertinente comprobante fiscal.
En el citado ejemplo esa cifra no aparece como donación, sencillamente es un
redondeo de factura.
Esos redondeos de 10, 20,
30, 50 ó más pesos debieran facturarse por separado, pero no y bajo la figura
de “donaciones” se entrega a su nombre este dinero, que es deducible de sus
impuestos. Es decir eso que damos todos los clientes le sacan partida doble;
ayudan con nuestra plata y además el estado les premia con jugosos descuentos.
Así es que la próxima vez
que vaya a un almacén de cadena fíjese que le den los vueltos completicos y que
esos ahorritos mensuales los entregue usted mismo y directamente a una
institución que beneficie un sector de nuestra sociedad, las hay de todas
clases y géneros; ancianatos, limitados fiscos, visuales, niños, jóvenes, entre
otros.
Ayudar a nombre de uno con
lo de los demás, sin hacer el debido reconocimiento, es feo, huele a gas con
huevo podrido. Por eso para evitarle a otros que expelan este tipo de olores,
le invitamos a ayudar a otros, sin interpuesta persona, con amor y
desprendimiento, eso trae consigo sensaciones espirituales que ni siquiera el
buen sexo las hace sentir.
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