Por estos días se desarrollan por
doquier encuentros con la comunidad. Se denominan de muchas formas; talleres,
conferencias, socialización, e.tc., también los hay de muchas formas
pedagógicas, que incluyen refrigerios, conferencistas
invitados. Todos sin excepción con el pretexto de capacitar a la comunidad,
claro en política. Otros muy pocos capacitan para labores que le puedan ayudar
a mejorar sus ingresos.
Estas capacitaciones y esos
encuentros con la comunidad debieran ser permanentes, constantes y no cada que
se aproximan las contiendas electorales. A los políticos cada vez les cuesta
más trabajo convocar personas que deseen asistir, sencillo nadie les cree y
todos sabemos que lo hacen en procura de asegurar un par de votos.
Las reuniones que se logran con
la participación de algunos integrantes de la comunidad se desarrollan porque a
las cuotas burocráticas les toca mostrar resultados, entonces hay que convencer
a los amigos de cualquier manera, así se les quede debiendo el favor.
Lo cierto es que de estos
talleres no queda nada, por lo menos hasta ahora no hay un ejemplo que
demuestre lo contrario. La iniciativa es buena, la capacitación en política es
necesaria, pero como política gubernamental de estado, no por necesidad
electoral.
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